Básicamente la tarea de un productor musical es la de comprender, guiar y aportar ideas frescas a un proyecto musical para cualquier artista. Este también puede ser ingeniero en sonido y así complementar de mejor forma su trabajo.

El proceso de producción de un disco parte desde la etapa de pre-producción en la cual se desarrolla una grabación tipo demo de las canciones que se quieren producir, y sobre este trabajo se desarrollan ideas nuevas, arreglos musicales y también correcciones las cuales ayudan a sacar un mejor producto final.

Una vez teniendo esta claridad sobre el proyecto que queremos trabajar, entramos al estudio y realizamos todo el proceso de grabación, cuidando cada detalle y abordando cada parte de los instrumentos y de la canción con el arte y la tecnología que corresponde.

Cabe mencionar que muchos artistas o bandas tienen ideas claras en sus proyectos musicales, y sus necesidades están directamente relacionadas a otros aspectos de una producción (estudio profesional y equipamiento, ingenierización, mezcla, etc), Para esto la labor de Co-Productor es necesaria ya que se desarrolla un trabajo complementario y no invasivo sobre tus canciones, siendo un real aporte en las áreas que realmente necesita el artista/cliente. Así mismo, es importante saber que no es obligación trabajar los procesos posteriores de mezcla y masterización en el mismo estudio, pero si ayuda mucho cuando un mismo productor participa de estas otras etapas.